Durante los meses de otoño, invierno y primavera las patologías respiratorias se vuelven bastante frecuentes, y en ocasiones suelen acompañarse por virosis gastrointestinales que afectan principalmente a nuestros niños.

Nos encontramos en una región del país que es bastante fría y húmeda, sobretodo en temporadas invernales, por esta razón es común que un resfriado común tienda a complicarse y a permanecer por más tiempo, sobre todo en niños pequeños, quienes son los más susceptibles a los virus y bacterias.

Según cuenta la doctora Carmen Monroy, el resfriado común se distingue por presentar secreciones nasales transparentes, tos y decaimiento, lo que también viene acompañado de estornudos y fiebre moderada en algunos casos.

En los niños pequeños es frecuente que al comenzar las molestias comiencen a cambiar notoriamente su estado de ánimo y se vuelvan confrontacionales y conflictivos.

En los bebés sin embargo el resfrío se presenta de una forma un poco más discreta, por esta razón la madre debe estar siempre muy atenta a las señales que el lactante le entregue. Lo más común es que el bebé rechace el pecho y padezca tos, la que en algunos casos puede hacerlos vomitar o ponerse de color morado.

El resfriado común puede tratarse en primera instancia con paracetamol, reposo y mucho líquido.

Las virosis gastrointestinales también son un problema frecuente de invierno. Estas poseen distinta agresividad dependiendo de la cepa de virus que se contraiga.  Algunas son leves por lo que pueden ser tratadas en casa con dietas livianas y probióticos, sin embargo otras requieren atención médica inmediata.

Se presentan con decaimiento, náuseas, vómitos y diarreas. En ocasiones pueden incluir fiebre y ruidos gastrointestinales.

Cuando consultar a un médico

Si bien es cierto que siempre es importante visitar a un especialista, existen ocasiones en que las madres desesperan y acuden a urgencias al primer estornudo.

Por esta razón la doctora Monroy recomienda guiarse por esta sintomatología: Si el niño presenta fiebre por más de tres días, mucha tos, severa dificultad al respirar, secreciones nasales de color verde y no responde a los medicamentos tradicionales como el paracetamol, es tiempo de acudir al centro asistencial más cercano porque estas molestias podrían acarrear complicaciones severas en la salud del niño.

En el caso de las virosis gastrointestinales es importante actuar con rapidez ya que las diarreas prolongadas o vómitos duraderos pueden causar una grave deshidratación en nuestros niños. Entonces cuando estos síntomas no cesan y nuestro hijo no retiene la comida que se le da, es hora de acudir al médico.

Recomendaciones

Para prevenir estas enfermedades Angela Monroy les recomienda a los padres cuidar los factores ambientales, es decir, mantener el hogar a una temperatura ideal, la que no debe ser muy caliente ni muy fría.

Cuando llueve es necesario ventilar todos los días, ya que siempre hay microorganismos flotando en el aire, y luego de salir a la calle es imprescindible lavarse las manos.

Siempre deben usarse pañuelos desechables y no de otro tipo, ya que un pañuelo reutilizado es un posible foco infeccioso.

Pero lo más importante es, a la hora de un resfrío o virosis, tener mucho cuidado con la automedicación, ya que no todos los resfriados requieren antibióticos y no todos evolucionan de igual forma. Por esta razón, al presentarse complicaciones, siempre es mejor acudir a una consulta médica.