Plantas que llevan más de ocho décadas adornando la ciudad tras su llegada desde las Islas Canarias.

palmera-1Valdivia es una ciudad característica por la riqueza y variedad de sus plantas, algo que atrae numerosos turistas durante todo el año. Esta exuberante vegetación la logra gracias a su particular clima oceánico: leves temperaturas y cuantiosas precipitaciones.

A raíz de esto, en los bosques valdivianos es común hallar una flora compuesta por arrayán, avellano, colihue, luma, murta, notro, quila, tineo o incluso podemos divisar el árbol milenario: el alerce. Por este motivo, es raro caminar por las calles de la ciudad y encontrarse cara a cara con una palmera, una especie que acostumbramos asociar con los climas más tropicales, realidad muy ajena a nuestra ubicación geográfica.

Seguramente si vives, o viviste, en Valdivia más de alguna vez te preguntaste cómo llegaron estas palmeras a nuestra ciudad, y más importante aún, cómo sobreviven en este clima tan helado.Para comenzar a entender este fenómeno es necesario identificar qué tipo de especie son, ya que estamos hablando de la palmera canaria (Phoenix canariensis), endémica de las Islas Canarias: archipiélago que compone una de las diecisiete comunidades autónomas de España. Además, este ejemplar originario del océano Atlántico es el símbolo natural del Archipiélago Canario, junto al ave canario silvestre.

Su atractivo se debe a: su imponente tamaño, el que puede llegar a ser de 20 metros de altura por 1 metro de diámetro en el tronco y 10 mts de diámetro en la copa; sus hojas verdes, las que alcanzan entre los 5 y 6 mts de longitud, compuestas por 150 a 200 pares de hojuelas puntiagudas; y a las flores y frutos que generalmente se dejan ver a fines del primer trimestre del año.

 ¿Para qué sirven?

Sus dátiles –frutos obtenidos de la palmera- se utilizan para el ganado. A su vez, en algunas islas las hojas son usadas como ensaladas; mientras que otras localidades, como en la Isla Gomera, se hace miel con los racimos florales, la que se llama “guarapo” o “gomerón”.

Los ejemplares más pequeños sirven como adornos para el hogar, oficinas o departamentos, puesto que a pesar de ser una planta de exterior, su resistencia le permite poder desarrollarse en lugares cerrados.

 ¿Cómo las cultivamos?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que estas plantas son muy resistentes a las bajas temperaturas, pudiendo soportar hasta -8°C sin grandes dificultades, e incluso se han registrado casos de palmeras que aguantaron más de -15°C.

En caso de querer tener un ejemplar dentro de tu hogar, es primordial que la posiciones en una zona con mucha iluminación. Por otra parte, puedes ocupar cualquier tipo de tierra, aunque el macetero debe ser lo suficientemente amplio para su tamaño. Ten en cuenta que en el verano, debido a las altas temperaturas, es recomendable rociarlas dos veces por semana, aunque no es vital.

Sin embargo, hay que tener cuidado con las Cochinillas, un pequeño insecto que divisamos fácilmente en las hojas y que, si no eliminamos a tiempo, puede llegar a decolorar las hojas e inclusive deformarlas drásticamente.

Por otro lado, es recomendable no trasplantarla de un lugar a otro, a menos que sea muy necesario, en ese caso tenemos que armar un buen capellón –mantener la tierra que envuelve las raíces- para que nuestra palmera tenga un eficaz agarre y así siga creciendo y embelleciendo nuestro entorno.

 En Valdivia…

Corría el año 1932, en Estados Unidos se crea el primer marcapasos, mientras que los cines estrenan una película que con los años se convertiría en un clásico del terror cinematográfico, “The Mummy (La Momia)”, de Karl Freund. En otro lugar del planeta, en Alemania, Adolf Hitler se presenta como candidato presidencial por el partido Nazi; y en Chile, el Presidente de la República es el Radical Juan Esteban Montero Rodríguez, quien sólo alcanzó a gobernar seis meses luego de la “Revolución del 4 de junio”.

Durante este año, en Valdivia Carlos Bennet Argandoña dejaba la alcaldía de la ciudad para ser reemplazado por el abogado Adolfo Oettinger Stegmaier, periodo en el que llegaron a nuestra ciudad las primeras palmeras, posicionadas actualmente en Av. Ramón Picarte. Posteriormente se pusieron otras en varias calles de la ciudad, como por ejemplo en Av. Patricio Lynch, calle Carampangue, calle Vicente Pérez Rosales, Av. Francia, entre otras avenidas.

No obstante, a principio de los 80’s se pensó en sacar las palmeras que fueron plantadas en Picarte (primeras), pues comenzó a aumentar el tráfico vehicular; sin embargo se prefirió mantenerlas por su exótica presencia, embelleciendo aún más el centro valdiviano.

Hoy en día, las palmeras canarias son una parte valiosa del paisaje de Valdivia, por lo mismo son cuidadas rigurosamente y podadas en sus fechas correspondientes; porque en conjunto con el río Calle – Calle, los torreones o el puente Pedro de Valdivia, estas plantas componen una de las portadas emblemáticas de la capital regional de Los Ríos.

Por Claudio Castro