Un encuentro cultural con uno de los hitos más grandes de la época moderna

“A las 14.55 horas del domingo 22 de mayo de 1960 ocurrió en Valdivia el terremoto más grande de la historia de la época moderna.

Hecho que sin duda quedó en la memoria colectiva de todos los sureños que lo vivimos como uno de los tantos hitos que la madre naturaleza ha ocasionado”, menciona el guía Luis Carvajal mientras hace el recorrido por el único museo histórico de Valdivia que rememora el terremoto.

Ubicado desde el 9 de septiembre de 2011 en calle   Arica N° 2233, “El Museo & Archivo del Terremoto y Tsunami de 1960”, no sólo aborda testimonios, registros personales y documentos relacionados al movimiento telúrico que azotó las costas valdivianas hace más de 45 años,  sino que también contempla un tour desde el muelle Schuster hacía el islote Haverbeck, lugar donde actualmente se ubica.

Este islote desde 1859 hasta 1960 era la base principal de acción de la compañía Naviera Haverbeck Skalweit que llevaba el apellido de sus dueños, quienes vinieron hasta Valdivia durante el período de la colonización alemana.

Después en 1996 una empresa subsidiaria de Haverbeck compra la compañía y decide volver a reconstruir la isla, reviviendo así las casi todo el patrimonio cultural que tenía.

Hay que recordar que toda la costanera y la mayoría de las islas adyacentes a Valdivia se desnivelaron 2 metros con 9 centímetros lo que provocó la pérdida total de muchas embarcaciones y patrimonios de esta zona, que en ese lugar aún se pueden ver. De hecho la isla también quedo bajo el agua, y estuvo así 36 años hasta que fue rellenada con dragados del río, para poder ser utilizada como un centro de entretenimiento para el turismo.

Actualmente en las 20 hectáreas recuperados del islote es posible ver una cafetería, cabañas, un parque de entretenciones y  artículos relacionados a la herrería, lechería, bodegas de carbón que existían en aquel entonces, en tiempos en que el islote era poblado por cerca de 250 personas que vivían ahí antes del sismo.

Esta historia fue la que llamó la atención de los dos administrados, Luis Carvajal y por Rodolfo Boekemeyer, quienes a partir de una amiga en común lograron llevar a cabo este proyecto, que tanto anhelaban.

“Recuerdo que yo estaba en Temuco, haciendo un trabajo de investigación sobre el terremoto que se llamaba “Rescate de la Oralidad”,  y me encontré con Tamara una polola de Rodolfo, ella me presento con él y me contó que tenía la intención de llevar a cabo un proyecto de estas características en la región, así que conversamos y logramos sacarlo adelante con el objetivo de explicarle a todos los turistas extranjeros que querían saber sobre el terremoto y los tsunamis y no tenían donde averiguar información”.

Para estos dos guía amantes de la naturaleza no ha sido fácil hacer surgir un proyecto de estas magnitudes en la región ya que han tenido que acomodar los horarios de visitas para que todos puedan venir.

Ambos han puesto de su esfuerzo, de hecho Carvajal al ser Ingeniero Electricista de la Universidad de Chile, fue quién diseñó la mayor parte de las instalaciones eléctricas del museo, y por su parte Rodolfo ha estado encargado de la publicidad y diseño.

Dentro de las casi dos horas que dura el recorrido se expone de manera didáctica las causas y consecuencias geológicas que trajo consigo el movimiento telúrico; las teorías científicas y los efectos sociológicos y finalmente enseña  distintos cuidados en caso de un sismo o tsunami.

Toda la información, antecedentes y documentos que tiene el museo ha sido contribución de registros personales, así como la misma información que ha sido corroborada por departamento de geología de la Universidad Austral y por universidades de EE.UU y México.

Para al público en general el museo abre de martes a domingo a las 15 y 17 horas, y el tour en el que los visitantes podrán apreciar fotos inéditas del sismo y las repercusiones que tuvo en localidades como Los Lagos, Japón, Hawái y además ver imágenes de lo que fue el fenómeno del Riñihuazo, que sucedió aproximadamente dos meses después del movimiento telúrico en Valdivia.